sábado, 5 de julio de 2025

Los enigmas de los pueblos urálicos resueltos por la ciencia

Un reciente estudio responde diversas preguntas sobre el origen de los pueblos que hoy hablan lenguas urálicas: Estonia, Finlandia, Hungría y Rusia.

Investigadores han resuelto un misterio que llevaba mucho tiempo sin resolverse sobre los orígenes de las lenguas urálicas. Se sabe que se remontan a hace miles de años, pero ¿quiénes las hablaban originalmente?

Para averiguarlo, los investigadores combinaron datos genéticos y arqueológicos, con el objetivo de rastrear los orígenes ancestrales de los pueblos que hoy hablan lenguas urálicas.

El estudio, publicado en la revista Nature, describe el hallazgo de un "marcador genético" que sirve para rastrear la expansión de las poblaciones de habla urálica por Eurasia entre hace 11.000 y 4.000 años. Según la investigación, los pueblos urálicos emigraron desde Siberia hasta el mar Báltico y el este de Asia, llevando consigo avances tecnológicos y la lengua urálica.

El trabajo también muestra cómo los aproximadamente 25 millones de hablantes de lenguas urálicas que viven hoy en día pueden rastrear en su ADN su ascendencia.

"Este estudio es increíblemente emocionante para mí como estonia. Los hablantes de lenguas urálicas tenemos una pequeña porción de ADN siberiano, alrededor del 5 por ciento [de nuestro ADN total]. Ahora, parece que estos genes conectan a todos los pueblos urálicos con nuestras culturas y lenguas ancestrales", comenta a DW Kristiina Tambets, experta en arqueogenética de la Universidad de Tartu (Estonia), que no participó en el estudio.

¿Cuál es el origen de los pueblos urálicos?

La ciencia ya ha investigado las raíces de las lenguas indoeuropeas. Esta raíz lingüística, que se expande a través de los pueblos que emigraron desde Asia Central a Europa y la India, se remonta a hace 5.000 años. Con el tiempo, la lengua se ramificó en grupos lingüísticos modernos, como el germánico, el eslavo y el romance.

Pero las lenguas urálicas, a las que pertenecen el estonio, el húngaro y el finés, son completamente diferentes: los expertos no comprenden del todo su origen ni quiénes las hablaban. Su origen lingüístico es completamente diferente al de las lenguas indoeuropeas.

Los lingüistas creen que las lenguas urálicas podrían proceder de algún lugar cercano a los montes Urales, en la actual Rusia y Kazajistán. Lo que no saben es dónde se encuentra exactamente ese lugar y cómo se extendieron por Eurasia.

Los autores del estudio se propusieron resolver este misterio estudiando los genes de los antiguos pueblos urálicos. Mediante el análisis de los patrones y variaciones del ADN de ancestros, han podido reconstruir cómo migraron estas poblaciones a lo largo de muchas generaciones.

Para ello, analizaron los genomas de 180 antiguos pueblos urálicos que vivieron hace entre 11.000 y 4.000 años en una vasta zona de Eurasia, que se corresponde aproximadamente con toda la extensión de la Rusia actual y sus países vecinos.

Compararon estos datos genómicos antiguos con el ADN de otros 1.312 pueblos antiguos ya estudiados por los científicos. Los datos obtenidos muestran un panorama complejo de cómo los pueblos urálicos migraron a lo largo de miles de años desde múltiples áreas de toda Siberia. "Este estudio nos proporciona el origen y el mecanismo de la expansión de los pueblos urálicos durante la Edad de Bronce", afirma Kristiina Tambets.

Al rastrear la genética de estos pueblos migrantes, los investigadores descubrieron que los primeros pueblos protourálicos se ramificaron en varios grupos diferentes a lo largo de miles de años. Un grupo importante se dirigió al oeste, hacia el Báltico, a zonas como Finlandia, Estonia y el noroeste de Rusia, donde hoy en día viven los hablantes de lenguas urálicas.

Otro grupo protourálico, llamado yeniseiano, se ramificó hace unos 5.400 años para vivir en el centro de Siberia. Allí, la única lengua yeniseiana que sobrevive es el ket.

Y otra rama emigró hacia el este de Asia hace unos 4.500 años, lo que, según los autores, explica por qué muchos hablantes de lenguas urálicas actuales tienen ascendencia del este de Asia. Algunas de estas personas emigraron posteriormente a América y dieron origen a los nativos americanos.

Otros grupos urálicos de las estepas centrales de Eurasia emigraron hacia el oeste, a Hungría, hace unos 3.000 años. El estudio también respalda la idea de que los montes Urales orientales son la patria de las lenguas urálicas.

"Dicho esto, no es posible determinar qué lenguas hablaba la gente basándose solo en sus genes", subraya Tambets.

Influencia en la cultura moderna

Tambets, que dirige el Centro de Excelencia de las Raíces Estonias, asegura que el estudio resuelve cuestiones que tienen que ver con la ascendencia.

"Reúne todos estos diferentes aspectos sobre genética, lengua y arqueología. Muestra cómo los pueblos de habla urálica de hoy en día pueden rastrear cómo sus antepasados siguieron esta ruta [migratoria] y se extendieron con avances tecnológicos supergeniales hace 4.000 años".

Por "avances supergeniales", Tambets se refiere a la metalurgia, en particular al cobre y al bronce, y a las redes comerciales que desarrollaron los primeros pueblos urálicos, cuyos migrantes influyeron enormemente en culturas que ya vivían en tierras euroasiáticas.

"Los primeros colonos [indoeuropeos] del Báltico se unieron a los pueblos de habla urálica posteriores tras esta migración masiva. Yo soy un mosaico de esta integración", comenta Tambets.

Además de conservar sus propias lenguas, los pueblos urálicos también influyeron en las lenguas indoeuropeas que hablan hoy en día la mayoría de los europeos. Por ejemplo, los lingüistas creen que palabras como "agua", "olla" y "pez" pueden tener su origen en el protourálico.

(ms/rml)

 

Nota cortesía:
 
Fuente de información

Frederick Schwaller (3 de julio de 2025). Los enigmas de los pueblos urálicos resueltos por la ciencia. DW en Español. Alemania. Recuperado el 5 de juio de 2025 de: https://www.dw.com/es/los-enigmas-de-los-pueblos-ur%C3%A1licos-resueltos-por-la-ciencia/a-73147518
 
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viernes, 4 de julio de 2025

EEUU declaró su independencia un 2 de julio, ¿por qué lo conmemora el 4 de julio?

El 2 de julio de 1776, algunos de los que luego se llamarían Padres Fundadores declararon la Independencia de Estados Unidos. Pero cada año este evento se conmemora el 4 de julio, ¿por qué? 

Benjamin Franklin, John Adams y Thomas Jefferson revisan un borrador de la Declaración de Independencia en 1776, en una pintura de Jean Leon Gerome Ferris.

The Granger Collection, New York / Cordon Press
 
"Cuando en el curso de los acontecimientos humanos se hace necesario para un pueblo disolver los vínculos políticos que lo han ligado a otro [...], un justo respeto al juicio de la humanidad exige que declare las causas que lo impulsan a la separación". Así empezaba el documento redactado por el Comité de los Cinco (Benjamin Franklin, John Adams, Thomas Jefferson, Roger Sherman y Robert R. Livingston), llamado Resolución Lee, que anunciaba el anhelo de las 13 colonias de independizarse de Gran Bretaña.
Este es, sin duda, el momento más significativo de la historia de Estados Unidos, tan compleja como escueta si la comparamos con la de las naciones milenarias del viejo continente. Fue el 2 de julio de 1776 cuando algunos de los que luego se llamarían Padres Fundadores declararon la Independencia de Estados Unidos, tras una votación en la que el resultado contentó a los colonos que buscaban romper los lazos con la Corona Británica.
 
Un día más tarde del acontecimiento que cambió el rumbo del incipiente país, John Adams escribió a su esposa una carta: "El segundo día de julio de 1776 será la época más memorable de la historia de América. Estoy convencido de que será celebrado por las generaciones venideras como el gran festival de aniversario... Debería ser solemnizado con pompa y desfile, con espectáculos, juegos, deportes, armas, campanas, hogueras e iluminaciones de un extremo a otro de este continente a partir de este momento y para siempre". 
 
Y no estaba del todo equivocado: hoy en día, la fiesta que conmemora la Independencia de Estados Unidos se celebra de forma muy similar a la descrita por Adams. Se realizan desfiles, hogueras, se lanzan fuegos artificiales y el país se inunda de ambiente festivo. No obstante, todo esto sucede el 4 de julio, y no el 2.

¿Por qué se celebra el 4 de julio?

La primera votación de prueba una vez finalizado el documento se llevó a cabo el 1 de julio y tuvo resultados distintos entre los líderes de las colonias: algunos estados, como Nueva York, se abstuvieron de votar, y otros aún creían en la reconciliación con Gran Bretaña. No obstante, al día siguiente llegó el consenso.
 
Todas las colonias estaban a favor de separarse del Imperio británico, y juraban al mismo tiempo suscribir las palabras de la Resolución: "[...] que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad". 
 
Tras el éxito de la votación, el Congreso decidió elaborar un comunicado impreso para anunciar a la población de que Estados Unidos se convertiría en un país independiente. Debido a la tecnología de la época, las 200 copias –de las cuales hoy en día quedan 26– salieron de la imprenta del editor John Dunlap dos días más tarde, y es por eso que la Declaración tiene las palabras "En Congreso, 4 de julio de 1776" en su parte superior.

¿CÓMO SE CELEBRA EL 4 DE JULIO?

Desde entonces, el debate social ya no giró en torno a la voluntad de independizarse, sino en torno a cómo celebrar esta fecha que marca un antes y un después en la historia del país. Los federalistas quisieron poner en práctica la previsión festiva de Adams, mientras que Jefferson, fundador del partido republicano, optaba por una conmemoración más íntima:  "Para nosotros, dejemos que el regreso anual de este día refresque para siempre nuestros recuerdos de estos derechos, y una devoción no disminuida a ellos", dijo.
 
Por este motivo, no fue hasta después de la muerte de los Padres Fundadores cuando comenzó a popularizarse la celebración del 4 de julio. Y hoy en día, de hecho, los festejos se asemejan más a las voluntades que plasmó Adams en la carta a su esposa, Abigail, que al deseo de Jefferson por conservar bajo llave el significado de la fecha.
 
Los fuegos artificiales y las hogueras son, tal vez, lo más destacado de este día. Las familias se reúnen para comer y disfrutar, tal y como sucede, por ejemplo, en el Día de Acción de Gracias. No obstante, la diferencia con esta otra festividad es que, al tener lugar en verano, muchos encuentros se dan al aire libre, con picnics en parques y playas.
Además, la música también es un elemento vertebrador de los festejos: los estadounidenses tienen una lista de canciones específicas para el 4 de julio, como "God Bless America", "America the Beautiful", "My Country, 'Tis of Thee", que conmemoran con melodías alegres el día más importante del calendario en Estados Unidos. 
 
 
Nota cortesía:
 
 
Fuente de infomación:
 
Constanza Vacas (4 de julio de 2025). EEUU declaró su independencia un 2 de julio, ¿por qué lo conmemora el 4 de julio? National Geographic en Español. España. Recuperado el 4 de julio de 2025 de: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/por-que-dia-independencia-eeuu-se-celebra-4-julio_19828
 
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jueves, 3 de julio de 2025

¿Por qué los muertos no deberían ser enterrados?

"El humano es el único ser que después de muerto sigue siendo una carga para el planeta"

 

"Polvo eres y en polvo te convertirás.... ¿o no?"




En la actualidad, los cementerios representan un problema económico, ecológico y social. Enterrar a los difuntos ya no es una práctica sostenible, y la cremación surge como una alternativa más eficiente y responsable. Estas son las razones por las que los entierros tradicionales son una mala idea:  


1. Uso innecesario de espacio.

Los cementerios ocupan grandes extensiones de tierra que podrían destinarse a viviendas, parques o proyectos urbanos. En ciudades con sobrepoblación, los terrenos para entierros son un lujo que no nos podemos permitir.  


2. Contaminación ambiental.

- Productos tóxicos: Los cuerpos embalsamados liberan químicos como el formaldehído, que contaminan la tierra y las aguas subterráneas.  

- Emisiones de CO₂: La fabricación de ataúdes (especialmente los de maderas nobles) y lápidas genera una huella de carbono significativa.  

- Uso de materiales no biodegradables: Ataúdes metálicos y bóvedas de concreto tardan décadas en degradarse.  


3. Tráfico y congestión urbana.  

Los panteones suelen estar en zonas céntricas o de difícil acceso. Los días festivos (como Día de Muertos) generan enormes embotellamientos, aumentando la contaminación y el estrés social.  


4. Costos económicos elevados.  

- Terrenos caros: Comprar un espacio en un cementerio es cada vez más costoso.  

- Mantenimiento perpetuo: Las familias pagan por la limpieza y conservación de las tumbas.  

- Ofrendas y gastos rituales: Flores, veladoras y otros elementos generan gastos recurrentes e innecesarios, además de contaminación,  nuevamente.


5. Inequidad social. 

No todos pueden costear un entierro digno. La cremación es más accesible y evita que las familias se endeuden por tradiciones obsoletas.  


6. Riesgos sanitarios. 

En casos de epidemias, los cadáveres pueden ser focos de infección. La cremación reduce este riesgo.  


Alternativas más prácticas.

- Cenizas = Menos espacio: Las cenizas pueden esparcirse o guardarse en urnas sin ocupar grandes áreas.  

- Memorias digitales: En lugar de visitar tumbas, se pueden honrar a los difuntos mediante altares, memoriales virtuales en su propio domicilio.


Conclusión.  

Los entierros son una tradición que ya no se ajusta a las necesidades del planeta. La cremación es una opción más ecológica, económica y eficiente, que permite honrar a los seres queridos sin dañar el medio ambiente ni generar costos perpetuos innecesarios.  


Es hora de dejar atrás prácticas obsoletas y optar por soluciones sostenibles.

miércoles, 2 de julio de 2025

Los primeros europeos tenían la piel y el pelo oscuros

Un estudio italiano muestra la evolución genética del color de la piel, el pelo y los ojos en Europa a lo largo de 45.000 años. El pelo rubio y los ojos azules se hicieron más comunes hace "apenas" unos 3.000 años.

Los primeros europeos probablemente tenían el pelo oscuro, los ojos oscuros y la piel oscura. Hasta la Edad de Hierro, hace unos 3.000 años, las personas con pelo claro, ojos claros y piel clara eran la gran excepción. Así lo demuestran los resultados de la investigación de la genetista Silvia Ghirotto, de la Universidad de Ferrara, en Italia.

Según los resultados, los genes responsables de la piel, el pelo y los ojos claros sólo aparecieron de forma muy esporádica en los primeros europeos hace unos 14.000 años, en la fase tardía del Paleolítico.

Hoy en día, incluso hay regiones en el norte de Europa, en países como Noruega, Suecia y Finlandia, donde más del 80 % de la población es rubia por naturaleza. En el resto de Europa, el cabello rubio es más bien una excepción, ya que la mayoría de los europeos tienen el pelo castaño. En todo el mundo, sólo alrededor del 2 % de la población es rubia por naturaleza.

Difícil búsqueda de ADN utilizable

Para el estudio, el equipo de Ghirotto analizó 348 muestras de ADN procedentes de yacimientos arqueológicos de 34 países de Europa Occidental y Asia. La muestra más antigua, de 45.000 años de antigüedad, procedía del individuo Ust'-Ishim, descubierto en Siberia occidental en 2008. También fue especialmente significativa la muestra de ADN del individuo SF12 de Suecia, de unos 9.000 años de antigüedad.

Sin embargo, muchas de las muestras de ADN examinadas estaban tan dañadas o incompletas ("degradadas") que los investigadores no pudieron leer directamente las características de pigmentación (como el color de la piel, el pelo y los ojos). En su lugar, utilizaron métodos estadísticos para seguir sacando conclusiones sobre estas características.

La herencia africana de los europeos

Hace unos 50.000 a 60.000 años, los primeros Homo sapiens se quedaron definitivamente en Europa. Genéticamente, aún no habían divergido mucho de sus antepasados modernos de África. Esto significa que portaban predominantemente los genes de la piel, el pelo y los ojos oscuros.
 
Aunque siempre hubo excepciones, como los ojos azules, la mayoría de los europeos seguían teniendo la piel y el pelo oscuros durante la Edad del Cobre, hace unos 5.000 años. Según las muestras de ADN, el 63% de los primeros europeos tenía la piel oscura, mientras que sólo el 8% tenía la piel clara.

¿Ventajas evolutivas de la piel y los ojos claros en Europa?

En el norte de Europa, por ejemplo, en Suecia, se produjo una acumulación de personas con el pelo y los ojos claros hace unos 3.000 años.

Según el estudio, el color claro de la piel podría haber supuesto una ventaja evolutiva para los primeros cazadores y recolectores. Con una luz solar más débil, podrían haber sido capaces de sintetizar más vitamina D, necesaria para la salud de huesos, dientes y músculos.

En cambio, el color más claro de los ojos probablemente no tenía grandes ventajas evolutivas. Los ojos azules o verdes se deben al azar genético o a la selección sexual, explica la genetista Ghirotto.

Sin embargo, aún no está claro qué ventajas evolutivas aportaron a los humanos de Europa la piel, el pelo y los ojos claros. También es necesario seguir investigando para determinar si el aumento de la pigmentación clara estuvo relacionado con cambios climáticos y migratorios en Europa.

(md/ rml)

Nota cortesía:
 
Fuente de información:
 
Alexander Freund (2 de julio de 2025).  Los primeros europeos tenían la piel y el pelo oscuros. DW en Español. Alemania. Recuperado el 2 de julio de 2025 de: https://www.dw.com/es/los-primeros-europeos-ten%C3%ADan-la-piel-y-el-pelo-oscuros/a-73111083
 
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martes, 1 de julio de 2025

Este pequeño país hace la primera cotización soberana para el chip más potente del mundo

La solicitud fue formulada a la empresa Hydra Host, fabricante del Nvidia B300. 

El Salvador se convirtió en el primer país en presentar una cotización para adquirir los chips de inteligencia artificial (IA) más avanzados del mundo, informó la Oficina Nacional de Bitcóin (ONBTC) de esa nación centroamericana, instancia sujeta a coordinación por la Presidencia de Nayib Bukele.
 
El órgano presidencial informó en X que Bukele presentó a Aaron Ginn, director ejecutivo y cofundador de la compañía estadounidense Hydra Host, "la primera cotización soberana del mundo" para sus chips de última generación. "El Salvador hace historia con el pedido del chip Nvidia B300".
 
"Estos no son unos chips cualquiera: son los procesadores de inteligencia artificial más avanzados del planeta y se dirigen directamente al Laboratorio Nacional de Inteligencia Artificial de El Salvador", agregó la oficina gubernamental.

La instancia presidencial detalló que ahora el país tendrá su "propia IA soberana". "El Salvador será autosuficiente y autónomo en la producción de IA, asegurando resiliencia estratégica, competitividad económica y protección ante influencias externas o amenazas cibernéticas".
 
"En su camino para convertirse en un centro tecnológico global, El Salvador se ha transformado rápidamente en la referencia regional en materia de políticas, educación y excelencia en IA. Y esto es sólo el comienzo", agregó la oficina.
 
Hydra Host ofrece alojamiento web con la promesa de ser más resistente, descentralizado y con mejores recursos que una nube tradicional. Por su parte, el chip Nvidia B300 ofrece una capacidad de respuesta 11 veces superior y un rendimiento de entrenamiento cuatro veces mayor que la generación anterior, lo que acelera radicalmente el trabajo de la IA en las áreas donde vaya a ser empleada.
 
Nota cortesía:
 
Fuente de información:
 
Redacción RT en Español (30 de junio de 2025). Este pequeño país hace la primera cotización soberana para el chip más potente del mundo. RT en Español. Rusia. Recuperado el 1 de julio de 2025 de: https://actualidad.rt.com/actualidad/556219-pequeno-pais-primera-cotizacion-chip-potente
 
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lunes, 30 de junio de 2025

"Mr. Desarme": quién fue Alfonso García Robles, el diplomático mexicano que ganó el Nobel de la Paz en 1982 por su esfuerzo para que América Latina sea una región libre de armas nucleares

La última vez que el embajador mexicano Alfonso García Robles (1911-1991) visitó la sede de la ONU fue celebrado con el nombre de "Mr. Desarme".

Y eso no fue gratuito.

Este diplomático pasó la mayor parte de su vida trabajando en complejas misiones alrededor del mundo para ayudar a distintos países a superar conflictos.

Gracias a su habilidad y trabajo, la región de América Latina y el Caribe se colocó como ejemplo global en la eliminación del armamento nuclear, un problema que ha perdurado en el mundo más allá de la Guerra Fría hasta la actual guerra de Israel y EE.UU. contra Irán.

Ese esfuerzo le permitió ser merecedor en 1982 del Premio Nobel de la Paz junto a otra destacada pacifista, la sueca Alva Myrdal.

"[García Robles] ayudó a abrir los ojos del mundo ante la amenaza que supone para la humanidad el continuo armamento nuclear. Fue el impulsor del acuerdo [de Tlatelolco] para declarar América Latina como una zona libre de armas nucleares", destacó la Academia sueca al galardonarlo.

La firma de ese tratado, en 1967, al que se sumaron a lo largo de los años todos los países de la región ha permitido mantener a América Latina y el Caribe como una zona segura y libre de la proliferación de estas armas de destrucción masiva.

Pero pese a que García Robles se convirtió en el primer mexicano en ganar un Nobel y a que contribuyó a la creación de la Organización de las Naciones Unidas, entre otros logros, en la actualidad su figura no parece ser recordada ni en México ni en América Latina.

"Tristemente la historia lo ha olvidado", dice a BBC Mundo el escritor Rafael Medina, un internacionalista y biógrafo de García Robles.

"Lamentablemente al primer premio Nobel y al mexicano que más ha aportado a la humanidad no se le tiene en la memoria, no digamos colectiva, en la memoria histórica ni diplomática", añade.

Medina y otros han trabajado para rescatar y destacar la trayectoria de uno de los mexicanos más dedicados a la paz mundial.

Pero, ¿quién fue Alfonso García Robles?

Un joven y hábil diplomático

García Robles nació en 1911 en el seno de una familia sencilla de comerciantes del estado mexicano de Michoacán.

Sus deseos de superación lo llevaron a educarse en la vecina ciudad de Guadalajara antes de trasladarse a la capital mexicana, donde cursó la licenciatura en Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Siendo un joven abogado fue invitado a una conferencia de jóvenes por la paz en Roma. Aprovechó el viaje para recorrer el viejo continente y estando en Suecia se enteró que podía sumarse al servicio exterior mexicano con un examen que acreditó de forma destacada.

"Era un gran lector. Tenía una columna en el periódico El Universal y ahí manifestaba que uno de los personajes más importantes de la historia, que siempre estudió, fue Andrew Carnegie, un filántropo y benefactor de Europa y el mundo", explica Medina.

"Su inspiración por la paz y el bien común de la humanidad fue Carnegie", añade.

Pero justamente estando en Suecia estalló la Segunda Guerra Mundial. Aunque nunca estuvo en peligro, explica Medina, "sí le toca vivir los acontecimientos de la guerra. Veía a lo lejos cómo las bombas iluminaban todos los lugares donde caían".

Estas experiencias marcaron su juventud y lo motivaron a actuar desde la diplomacia.

Al regresar a México, fue parte de la Conferencia de Chapultepec de 1945 que promovió el gobierno de México y en la que una veintena de países latinoamericanos plantearon un acuerdo de paz mundial.

Los oficios de García Robles y de otros destacados diplomáticos de la época sirvieron como una de las bases de lo que sería el nacimiento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El joven diplomático de 35 años fue encomendado como secretario de la delegación mexicana que participó en la Conferencia de San Francisco (EE.UU.) en la que participaron 50 naciones, incluyendo a EE.UU. y a la Unión Soviética, y que dio como resultado la Carta de las Naciones Unidas.

Aunque estaba al lado de diplomáticos de larga trayectoria, García Robles se destacaba entre ellos.

"Era un hombre muy talentoso. Muy parsimonioso, muy profundo en sus pensamientos. Y se ganaba a las personas, era muy agradable. Su familia y sus allegados cuentan que era muy alegre, siempre muy ameno. Jamás hacía un gesto de desprecio o un comentario inadecuado. Y eso lo llevó a acceder a grandes puestos diplomáticos, a lugares muy privilegiados", destaca Medina.

"Redacta los acuerdos de San Francisco, lee la carta y es testigo de honor de la firma de México. Está en el cuadro de honor como uno de los miembros fundadores de las Naciones Unidas", explica.

Al borde de la guerra nuclear

García Robles trabajó varios años en la Secretaría de Naciones Unidas, donde encabezó la división de Asuntos Políticos del Departamento de Asuntos del Consejo de Seguridad, que por entonces tuvo asuntos delicados como el estudio sobre las opciones para el futuro de Palestina ante el fin del Mandato británico sobre ese territorio.

México lo designó embajador para Brasil justamente cuando se dio el episodio de la Crisis de los Misiles de octubre de 1962, cuando EE.UU. y la Unión Soviética estuvieron al borde de una guerra nuclear por el despliegue del arsenal soviético en Cuba.

Ante esta grave amenaza que se dio en la región latinoamericana, García Robles llevó a México una propuesta del presidente de Brasil, João Goulart, para llegar a un acuerdo de abolición de las armas nucleares en América Latina.

El presidente mexicano Adolfo López Mateos lo designó entonces como responsable de las negociaciones, ya como subsecretario de Relaciones Exteriores. "Y [García Robles] convoca a todos los países de la región para convencerlos de firmar un tratado, a nivel América Latina, que prohibiera la producción, la enajenación, la compra o el almacenamiento de armas nucleares", explica Medina.

Conseguirlo era difícil, pues no solo requería unir los intereses de los diversos países latinoamericanos, sino que requería que este acuerdo fuera ratificado por las potencias nucleares para no boicotearlo o simplemente ignorarlo.

"Fue muy difícil convencer a la Unión Soviética, a Estados Unidos, a Francia y a otras potencias nucleares", señala Medina. "Fue un cabildeo y una labor impresionante de Alfonso García Robles en compañía de diplomáticos como Jorge Castañeda Álvarez de la Rosa, Sergio González Gálvez y otros grandes maestros de la época".

Después de tres años de labores diplomáticas, el 14 de febrero de 1967 finalmente se crea el Tratado de Tlatelolco, llamado así por la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana en Ciudad de México.

Aunque era una obra diplomática monumental, quedaba mucho trabajo por hacer para que todos los países que se mostraban renuentes lo firmaran.

China, una potencia nuclear, lo hizo luego de las gestiones del gobierno mexicano en la década de 1970. El último de América Latina y el Caribe en hacerlo fue precisamente Cuba, donde surgió la Crisis de los Misiles, que lo ratificó en 1994.

El Nobel "olvidado"

García Robles siguió en los esfuerzos del desarme nuclear durante la década de 1970, cuando ocupó -en distintos momentos- los cargos de embajador de México en la ONU y de canciller de México.

Fue postulado al Nobel de la Paz en aquella década, pero la Academia se decantó por otras personas hasta que en 1982, finalmente, le fue otorgado el galardón junto a la sueca Alva Myrdal, a quien describió al recibir el premio como su "vieja amiga y compañera de tantas batallas libradas en los foros de la diplomacia multilateral".

Ya con más de 70 años de edad, continuó trabajando en los foros y organismos de desarme nuclear. Colaboró en las reuniones entre los entonces presidentes Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov que llevaron a la eliminación de buena parte del arsenal nuclear de esas potencias.

El exlíder soviético incluso escribió unas líneas para el prólogo de la biografía de García Robles que elaboró Rafael Medina: "Considero sus obras con gran estima y, en particular, aprecio sus esfuerzos para crear la primera zona libre de armas nucleares en América Latina".

García Robles también participó en la conformación de llamado grupo de Los Seis (Argentina, Grecia, India, México, Suecia y Tanzania) que le comisionaron la organización de los foros de paz de la época.

La reducción del arsenal nuclear de las superpotencias fue logrado por grupos como ese y otros dedicados al fin de la Guerra Fría para inicios de la década de 1990.

"Cuando él ve que esto se logra, él dice 'Misión cumplida, yo hasta aquí me retiro de la vida pública, de las negociaciones y de todo lo demás'. Y al poco tiempo falleció a la edad de 80 años en su casa de Ciudad de México", explica Medina.

A pesar de sus grandes logros diplomáticos y personales, y de ser una persona que estuvo en muchas discusiones mundiales del Siglo XX, García Robles no es tan recordado en México como otros Nobel como Octavio Paz (Literatura) o Mario Molina (Química).

Medina considera que el carácter discreto del embajador lo mantuvo al margen de los reflectores públicos de la época.

"Era la persona más discreta y hermética que pudiera haber. Jamás buscaba los reflectores. No era adepto a las entrevistas, ni asiduo a salir en los canales de televisión o hacer ruedas de prensa. Por esa misma actitud es que hoy no es tan recordado, que está un poco olvidado. Era un pacifista nato, un diplomático nato, al que no le importaba mucho lo demás", señala.

Pero la labor del embajador, añade, está reconocida en los libros diplomáticos de la historia de América Latina y el mundo.

"Fue un ícono de la paz y del desarme nuclear mundial. Fue él quien, a pesar de todas las restricciones, de todos los obstáculos que existían, logró superar esta barrera. Superar cada dificultad que se presentaba para sembrar la semilla de la paz en cada nación".

 

Nota cortesía:
 

 
Fuente de información:
 
Darío Brooks (28 de junio de 2025). "Mr. Desarme": quién fue Alfonso García Robles, el diplomático mexicano que ganó el Nobel de la Paz en 1982 por su esfuerzo para que América Latina sea una región libre de armas nucleares. BBC News Mundo. BBC en Español. Inglaterra. Recuperado el 30 de junio de 2025 de: https://www.bbc.com/mundo/articles/ckg5x1z7pdno
 
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domingo, 29 de junio de 2025

Por qué ningún país de América Latina tiene armas nucleares

Era una especie de pesadilla apocalíptica.

Durante la segunda mitad del siglo XX, la humanidad vivió con el temor presente de un posible holocausto nuclear.

A la posibilidad de una confrontación con armas atómicas entre las dos superpotencias rivales, Estados Unidos y la Unión Soviética, pronto se sumó la preocupación por la llamada proliferación nuclear que podía llevar a que otros países y, más preocupante aún, organizaciones terroristas pudieran obtener el control de la bomba.

Para intentar contener esta posibilidad, el gobierno del presidente estadounidense Dwight Einsenhower lanzó en 1953 la iniciativa "Átomos para la paz", que prometía facilitar acceso a los usos pacíficos de la energía nuclear a aquellos países que renunciaran a dotarse de la bomba.

En 1957, se creó el Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés), que es parte del sistema de Naciones Unidas; y poco más de una década después, en 1968, se estableció el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (NPT, por sus siglas en inglés) para hacer frente a este peligro.

Estas iniciativas, sin embargo, no han logrado evitar que prácticamente en todas las regiones del mundo haya algún país que haya desarrollado armas nucleares.

A Estados Unidos y a Rusia (heredera final del arsenal soviético) se sumaron países en Europa (Reino Unido y Francia); en Asia (China, Corea del Norte, India y Pakistán); en Medio Oriente (Israel, aunque formalmente no reconoce tener la bomba); e incluso en África (Sudáfrica, que es el único país que desarrolló la bomba y, luego, voluntariamente se deshizo de ella).

Así, estados de prácticamente todas partes del mundo tienen o han tenido el arma nuclear con una notable excepción: América Latina, donde no solamente no hay potencias nucleares sino que, además, fue la primera región densamente poblada del mundo en declararse como zona libre de armas nucleares.

¿Cómo ocurrió esto? Las razones son varias, pero las primeras claves hay que buscarlas seis décadas atrás.

El impacto de la crisis de los misiles

"La historia de por qué América Latina no tiene armas nucleares se remonta a la crisis de los misiles en octubre de 1962, cuando la Unión Soviética puso misiles en Cuba y eso desarrolló una crisis entre Estados Unidos y la Unión Soviética", explica Luis Rodríguez, investigador postdoctoral del Center for International Security and Cooperation de la Universidad de Stanford (CISAC, por sus siglas en inglés, a BBC Mundo.

 

"Como respuesta, varios países en América Latina decidieron empezar a formar una respuesta multilateral para prevenir que se diera otra crisis de los misiles en la región. Es la primera vez que los países en América Latina vieron los riesgos nucleares tan cerca de casa", agrega el experto sobre el episodio considerado como el punto más cercano en el que ha estado la humanidad de ver estallar una tercera guerra mundial.

Rodríguez explica que desde finales de la década de 1950 surgió la preocupación por prevenir que otro país hiciera lo que hizo Estados Unidos en Hiroshima. En Europa, Irlanda era uno de los países que promovía esta idea y en América Latina era Costa Rica. No obstante, para entonces, ese riesgo se veía como algo lejano.

Ryan Musto, director de Foros e Iniciativas de Investigación del Global Research Institute de la Universidad William and Mary (Virginia), coincide en que la idea de prohibir la bomba existía en América Latina desde antes de 1962, pero que entonces todo cambió.

"La crisis de los misiles en Cuba fue un catalizador clave y Brasil propone convertir a América Latina como una zona libre de armas nucleares como una posible solución a esa crisis, porque podía facilitar la retirada de los misiles de Cuba, al mismo tiempo que le permitía que salvar la cara tanto a Estados Unidos como a la Unión Soviética", dice Musto a BBC Mundo.

Aquella iniciativa no prosperó entonces, la crisis de los misiles se resolvió por medio del diálogo directo entre Washington y Moscú, pero muchos países latinoamericanos siguieron viendo en la creación de una zona libre de armas nucleares una fórmula para evitar que en el futuro volviera a ocurrir una crisis similar.

Así, la región se embarcó en un proceso de negociaciones que culminó en febrero de 1967 con la creación del Tratado de Tlatelolco que prohíbe el desarrollo, adquisición, ensayo y emplazamiento de armas nucleares en América Latina y el Caribe.

Este tratado entró en vigor en 1969, pero con él no llegaron a su fin los riesgos de proliferación nuclear en la región, pues había dos estados clave de la región que fueron reticentes a aceptarlo plenamente.

La resistencia de Brasil y Argentina

Aunque Brasil fue uno de los promotores iniciales de crear una zona latinoamericana libre de armas nucleares, pronto cambió de posición sobre este tema, cediendo ese liderazgo a México.

El esfuerzo mexicano se vio recompensado con el hecho de que el tratado lleve el nombre de Tlatelolco, donde tenía entonces su sede la secretaría de Relaciones Exteriores de ese país, y con el premio Nobel de la Paz entregado al diplomático mexicano Alfonso García Robles en 1982.

"Después del golpe en Brasil en 1964, las élites militares de ese país deciden invertirle menos al proyecto de la desmilitarización de América Latina", señala Rodríguez.

El otro país de la región, relevante desde el punto de vista de la tecnología nuclear, que se resistió a aceptar plenamente Tlatelolco fue Argentina.

"Después de 1962, México se vuelve la cara visible de esta iniciativa. Brasil se aleja de la misma. Tiene científicos que internamente se cuestionan '¿realmente queremos entregar nuestro derecho a tener armas nucleares a cambio de nada?, ¿qué ocurrirá si un día podemos necesitarlas?'", señala Musto.

El experto afirma que ambos países apoyan formalmente la elaboración del Tratado de Tlatelolco porque lucía mal no hacerlo y que participan en su elaboración intentando influir para que en su redacción se permita lo que entonces se conocía como "explosiones nucleares pacíficas" (PNE, por sus siglas en inglés).

Luis Rodríguez explica que en aquella época se creía que la energía nuclear podía ser un instrumento para acelerar el desarrollo de los países de América Latina y que la PNE podían servir para abrir minas, canales o incluso para obras de proyectos hidroeléctricos.

"Eso es lo que llevó a países como Brasil y Argentina a desarrollar ciertos programas nucleares de tecnología de uso doble, que podrían servir para fines civiles o militares, que llegaron a generar ciertas tensiones, en especial con organismos internacionales", apunta Rodríguez.

Tanto Rodríguez como Musto indican que no se ha comprobado que los gobiernos de Argentina y Brasil haya tenido planes de desarrollo de armas nucleares, aunque sí hay señales de que había gente dentro de sus gobiernos que eran partidarios de esa posibilidad.

"Lo que Brasil y Argentina hicieron fue crear un programa nuclear por fuera de las regulaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica, por eso se le llaman los programas secretos de Brasil y Argentina", dice Rodríguez.

"Hay historiadores como Carlos Pati, que es un italiano que trabaja sobre Brasil, que no han encontrado que las motivaciones hayan sido puramente militares o que hayan sido para generar armas nucleares. Lo que se ve mucho más es que había una división en los dos países entre facciones en las élites que si querían las armas nucleares y facciones que decidieron no tenerlas", agrega.

Musto indica que ambos países estaban muy preocupados por las limitaciones que podían imponer los acuerdos internacionales sobre sus opciones de desarrollo nuclear.

"Ambos países querían desarrollar el ciclo de producción de combustible nuclear completo e independiente. No quieren que se afecte su soberanía nuclear", apunta.

Pese a todo, a inicios de la década de 1990 ambos países renuncian a su derecho a las explosiones nucleares pacíficas, se integran plenamente en Tlatelolco y, posteriormente, hacen lo mismo con el Tratado de No Proliferación Nuclear.

Estas decisiones estuvieron acompañadas, a inicios de la década de 1990, del abandono por parte tanto de Argentina como de Brasil de sus programa de desarrollo de misiles balísticos. Proyectos que, combinados con sus programas de desarrollo nuclear fuera del NPT, generaban preocupaciones en la comunidad internacional.

Rivalidades, costos e instituciones internacionales

Además del impacto de la crisis de los misiles, hay otros factores que contribuyeron a que ningún país de América Latina -y en especial Brasil y Argentina, que eran los que estaban en mejor posición para lograrlo- se dotara del arma atómica.

Ryan Musto señala, por ejemplo, el hecho de que en la región no existían el tipo de rivalidades intensas y de conflicto que se han dado en otras partes del mundo.

"Sí, Brasil y Argentina son rivales, pero eso nunca llegó a un punto tan fuerte como para llevar a una carrera de armamentos. En general, América Latina parece una región relativamente estable cuando se trata de conflictos interestatales", señala el experto.

Otro elemento que contribuyó concretamente en el caso de Brasil y Argentina fue que ambos países realizaron una transición hacia la democracia hacia mediados de la década de 1980.

El elevado costo de un programa de armas nucleares también pudo tener un rol disuasorio.

"Desarrollar un programa nuclear es muy caro. Se necesita muchísima infraestructura, se necesita muchos expertos y muchísimo conocimiento para poder llevar a cabo un programa nuclear", señala Luis Rodríguez.

Este elevado costo no se mide, además, solamente por la cantidad de dinero que requiere el programa de armas nucleares, sino también por los costos diplomáticos y de prestigio derivados de colocarse a contrapelo del consenso de la comunidad internacional en contra de la proliferación de armas nucleares y por las oportunidades perdidas relacionadas con el uso pacífico de la energía nuclear.

Un ejemplo claro de esto último, según Musto, se produjo en 1975 cuando Brasil suscribió con Alemania Occidental el mayor acuerdo nuclear de la historia en términos de transferencia de tecnología nuclear a un país del sur.

"Se suponía que el acuerdo ayudaría a Brasil a construir 8 reactores nucleares. Bueno, Estados Unidos ejerció presión sobre Alemania Occidental porque Brasil no era miembro del NPT y había sospechas sobre su programa nuclear -y quizá también por algunos intereses comerciales de EE.UU.- y, al final el acuerdo no se concretó", apunta.

"Entonces, ese tipo de aspiraciones se desvanecieron porque Brasil y Argentina no participaban plenamente del sistema de normas nucleares previsto en el régimen del NPT", agrega.

Así, llegó un punto en que para ambos países había más beneficios y oportunidades si se integraban plenamente en las instituciones internacionales que regulan el uso pacífico de la energía atómica que intentando preservar su libertad de acción en este ámbito al margen de estas.

*Esta nota se publicó originalmente en septiembre de 2022.

 Nota cortesía:

 
 
Fuente de  información:
 
Ángel Bermúdez (24 de junio de 2025). Por qué ningún país de América Latina tiene armas nucleares. BBC en Español. Inglaterra. Recuperado el 29 de junio de 2025 de: https://www.bbc.com/mundo/articles/cj0m2rn05d3o
 
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